Dresde: segundo día
Bueno, pues estábamos porque llegué a Dresde y Gerardo me enseñó su barrio, el lunes, fue un día de lo más normal: Levantarse y a hacer turismo, así que nada, a las 12:30 quedamos con los compañeros de Gerardo para comer en la mensa de la universidad y fuimos dando un paseo desde su casa hasta la universidad.
Pasamos por todo el centro histórico, pasamos por un puente antiguo, que daba la entrada a la "Altstadt" (ciudad antigua), desde la que hay una panorámica muy bonita, a derecha y a izquierda.
Me enseñó el mural de cerámica con la dinastía completa de Sajonia, creo que eran algo así como 24000 azulejos, pasamos por la calle comercial, llegamos a la estación de trenes (La Hauptbahnhof, yo llegué a la Dresde-Neustadt), estación que todavía están renovando, y es que claro, en 60 años que han pasado desde el bombardeo todavía no habían tenido tiempo de arreglarla del todo...
Al lado de la Haupbahnhof está la universidad de Gerardo, alli fuimos a la Mensa y sorpresa sorprendente, tenían para comer carne de canguro, que cosa más curiosa.
Después me iba llevar Gerardo a un parque, en el interior del cual hay un palacio, pero cuando íbamos camino de allí se puso a llover, así que nos tuvimos que quedar a medio camino y cobijarnos en una iglesia rusa que estaba por ahí cerca.
Como lloviendo no se puede hacer turismo (es una profesión muy exigente) decidimos por lo menos ir de nuevo al casco antiguo, donde por lo menos se puede uno poner a ver iglesias y así ya no le llueve, así que vuelta atrás, esta vez en tranvía (Por lo que me comentó Gerardo, Dresde tiene la mayor red de tranvías de Europa).
Así que para cuando llegamos a Altstadt la lluvia ya había remitido. Empezamos a caminar por la orilla del Elba, desde el puente que utiliza el tranvía hasta el siguiente (el antiguo que habíamos cruzado esa misma mañana).
Finalmente llegamos a la Hofkirche, y entramos, esta iglesia es de lo más curiosa, es del siglo XVIII, y barroca, construida por un italiano Gaetano Chiaveri, pero el interior es de lo más sobrio, por lo visto, porque como en aquella época ya estaba el protestantismo por aquí, tampoco era cosa de hacer iglesias como las antiguas tan recargadas. En fin, aquí hay un par de fotografías del interior.
De allí nos fuimos al palacio/residencia de los reyes de Sajonia, llamado Zwinger, allí estuvimos un buen rato porque el edificio es muy grande, y tiene muchas cosas que ver, evidentemente merece la pena. Por lo visto fue un regalo de un rey a su hijo cuando se casó, en fin, vaya regalos se gastaba la gente por entonces.
Cuando terminamos de ver el Zwinger, nos fuimos a ver la Frauenkirche, pasando por las caballerizas. La Frauenkirche es una iglesia protestante muy famosa de la ciudad, es famosa porque durante el bombardeo de la II Guerra Mundial, la iglesia entera se cayó, quedando reducida a un montón de escombros, y así se quedó hasta hace apenas 10 años que comenzó su reconstrucción. De hecho la apertura al público fue a principios de este año. En contraposición con la iglesia católica, ésta iglesia protestante está muy recargada de adornos en su interior, lo cual es llamativo porque normalmente es al revés: las iglesias protestantes suelen ser muy sobrias y las católicas muy recargadas.
Después de ver todo el centro histórico Gerardo me llevó al otro lado del Elba, donde hay un pequeño bosque (o parque, aquí en Alemania las dos cosas se confunden), porque hay tres castillos desde los que hay unas vistas muy bonitas de la ciudad, y en efecto así era. En flickr hay algunas fotografías.
Cuando estábamos por allí dando un paseo, sorpresa, la lluvia volvió a aparecer, así que corriendo de nuevo para coger el tranvía, y como esta vez no remitía nos tuvimos que volver a casa, y como jugaba España al fútbol, pues ya nos quedamos en casa. Por increíble que parezca España ganó a Tunez.
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