Excursión a Cubillas

El domingo estuvimos con el Colegio Mayor en el Pantano de Cubillas. Es una jornada que se aprovecha para hacer una serie de actividades para que los colegiales se puedan conocer, pensando en especial en los nuevos colegiales.
Además para hacer las actividades más entretenidas, también va el Colegio Mayor Santa Fe, que es un colegio femenino que está hermanado con el Cisneros y se hacen casi todas las actividades a medias.
En fin, para ir había autobuses esperando, excepto algunos que tenían coches y se fueron en sus coches. Llegamos allí, en concreto a la zona de la Universidad que tiene para practicar algo de piragüismo o cosas de esas, la verdad es que no entiendo mucho de deportes naúticos (ni de casi ningún deporte en general, le tendré que pedir clases a Juanito).
En fin, al rato llegó el Santa Fe y ya empezaron a organizar las actividades. La hora de la comida estaba programada para las 14:00 y como eran las 11 de la mañana, había un buen rato para hacer juegos y demás cosas con la gente.
Entre los juegos, pues los típicos...
- Decir Pamplona con la boca llena de Cola Cao
- Pasarse un vaso lleno de agua encima de la cabeza en fila india, a ver a quien se le cae.
- Correr con un globo sin las manos y luego reventarlo (y de paso llenarse de harina)
- Limpiar platos de harinas sin que se caigan piedras de encima.
- Comerse una manzana que pende de un hilo.
Y demás putadas por el estilo.
Yo estuve dando una vuelta por allí haciendo fotografías y después me fui con Arturo y Miguel en busca de un cañón que encontraron el año pasado, aunque tuvimos mala suerte, porque llegamos hasta el final del pantano sin encontarlo y cuando volvimos la gente ya había empezado a comer, pero en fin, todavía quedaba comida de sobra y bebidas de sobra.
Después nos quedamos en la zona del embarcadero haciendo tiempo, reposando la comida e incluso algunos se llegaron a bañar en el pantano. Yo en 7 años todavía no me he bañado ningún año en el pantano.
Después a las 5 de la tarde hubo una misa de inicio de curso y después de vuelta a Granada. En fin, un día de lo más campestre.
Al final encontramos el cañón: resultó estar al lado de donde comimos, debajo de la casa, en un jardincillo que había, aunque estaba un poco escondido. Yo creo que el cañón es de la Guerra Civil y de un calibre pequeño, y por lo visto está ahí de decoración.
Por cierto, el año pasado Emilio, habló de esto también.