Albóndigas con Jordi
El jueves nos invitó Jordi a cenar en su casa, por una cena pendiente que había por ahí, aunque creo que alguien se escaqueó, pero en fin, no es cuestión de sacar ahora los trapos sucios de la gente.
Total, que la invitación consistió en albóndigas, ricas, ricas, además para que hubiera diversidad Rubén se trajo una tortilla de patatas y a su alemán compañero de piso, para que así tengamos que hablar en alemán, je, je, este Rubén siempre preocupándose por nosotros para que aprendamos alemán. Elena llevó también una ensaladilla, que barbaridad, como nos pusimos.
La cosa es que el jueves hizo bastante calor, un día de estos de flama..., y cuando terminamos de comer nos quedamos un poco en la puerta tomando el fresco, fuimos a echar manos de unos bombones y estaban todos completamente derretidos (nada que no se pudiese arreglar con un rato en la nevera), y es que estos alemanes se quejan por cualquier cosa, porque aquí las temperaturas no pasan de 35º y humedad del 30 % (ahora estamos a 20º y 94 % porque ayer cayó un tormentón apañado), vamos cualquier cosa que en Córdoba o Sevilla no haga todos los días.
Después nos dio por hacer pruebas con la cámara de fotos: Aprovechando que era de noche se deja el obturador abierto y se hacen tonterías a ver lo que sale, por ejemplo se coge una linterna y se empieza a hacer movimientos y salen cosas curiosas como ésta.
En fin, y luego a casa, que hay mucho que estudiar.
2 Comments:
Que buena pinta tienen!!!! ¿cuando me invitas a comer?
Nada, cuando quieras te pasas por aquí por Alemania.
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